¿Cómo ponerle palabras a lo que mi corazón siente?

Hoy en el despertar de la alborada espiritual, mi corazón, todo mi ser se encuentra lleno de algo tan grande que no me cabe y que debe ser repartido.

Repartido primero en cada átomo de mi ser para que queden impregnados de ese sentimiento que vulgarmente se llama amor, pero que se me pierde el completo significado de esa palabra. Después repartido en aquella persona que me complementa y con la cual formo una unidad completa. Después extendido a todas las personas que me quieren y las que no me quieren y por ende a toda la humanidad y a toda la vida.
Si esto que siento representa una parte de la unión con el Padre ¡cómo será la unión completa!

Me siento invadido de una plenitud tal que gustoso la cedo a todos los seres de luz para que la lleven a aquellos lugares donde sea necesaria, para que todos los seres de la Tierra experimenten lo que yo llevo dentro.

Sólo puedo escribir, sin saber exactamente qué. Quizá sea darle vueltas constantemente a la misma idea, pero tengo que vaciarme, repartir todo eso que yo siento y que no me pertenece sólo a mí.

Necesito quizá, ponerle palabras a algo que carece de lenguaje porque sería limitarlo pero que necesito hacerlo.

El cáliz que yo soy se está desbordando de tal manera que no puedo ni quiero retenerlo pero me siento incapaz de expresarlo.

¡Qué difícil resulta poner palabras a los sentimientos!
A lo mejor más adelante puedo hacerlo, pero por el momento desisto de ello porque me resulta imposible.

Es posible que en estas pocas líneas se pueda llegar a atisbar mi estado de ánimo, pero solamente aquél que lo haya experimentado puede llegar a comprenderme completamente.

Bueno, tendré que dejar esta reflexión en suspensión hasta que se inventen palabras adecuadas que reflejen este estado en su total magnitud…