Chsss… escucha soy yo, tu corazón quien te habla. Sé que todavía te resulta muy difícil escucharme y atender mis indicaciones. No te preocupes todo llega. Necesitas más práctica, prestar un poquito más de atención. Reconóceme en cada experiencia de tu vida y sentirás que en cada una de ellas palpito de una manera diferente. Esa es mi forma de expresarme y de guiarte para que todo te resulte más fácil.

Siempre vas a encontrar un montón de estímulos exteriores que van a intentar distraer tu atención de lo que realmente importa, que es la unión con el todo, con Dios.
Cada vez que me haces caso se produce la magia dentro de ti. Se manifiesta dentro de tu aura una explosión maravillosa de colores que hace que para los demás tengas algo especial, algo que no saben explicar pero que les atrae irremisiblemente. Ojalá pudieras verte en ese momento. Ahí no hay dificultades, ni problemas, sólo hay belleza, armonía, paz.

Ese aura se va expandiendo cada vez que me haces caso y va atrayendo otras que al entrar en contacto con la tuya se van encendiendo en paz. Así es como se consigue la maestría que conduce humanidades. Claro que, hasta que no aprendas a reconocerme totalmente cometerás errores que harán que la siguiente vez prestes más atención. Así se aprende el discernimiento.

Debes saber que yo te amo y que sólo deseo lo mejor para ti. Pertenezco al eterno latido que todo lo puede porque todo lo ama. Aunque no me prestes atención también debes saber que siempre he estado contigo, estoy y seguiré estando continuamente.
En el amor que nos une YO SOY.